Por años el hombre ha tenido la necesidad de compartir su vida con los animales, educándolos para poder vivir bajo un mismo techo convirtiéndose en parte de la familia, a tal punto que cuando sufren o se enferman, nos preocupamos tanto o más que cuando es el caso de un pariente.
Existen situaciones en donde nuestra mascota debe enfrentarse, seguramente con más valentía que sus propios dueños a pérdidas de alguna de sus extremidades y/o movilidad, causadas por accidentes, enfermedad o defecto genético.
Pero en estos casos, muchas personas piensan en abandonarlos o sacrificarlos, porque desconocemos de soluciones y oportunidades que les podemos brindar a nuestros fieles amigos.
La solución sería una silla de ruedas, que evitaría que se arrastre, (lacerando su patas) que se unte con sus excrementos, mejorando su independencia motora y aptitud